Resultados de la encuesta

 

 

A) Instrumentos de viento-madera: Son ideales para iniciarse. No resulta difícil leer las notas, ya que se toca sólo un tono a la vez y en una sola clave. Tampoco requiere un oído especial,suenan bien aunque se toquen melodías sencillas. La flauta dulce es el mejor instrumento para que los niños se acerquen a la música. Para tocar la flauta travesera conviene ser diestro (se sostiene a la derecha) y tener la suficiente estatura para alcanzar los agujeros en horizontal. El clarinete atrae especialmente a los hombres, que deben tener buenos pulmones y, a ser posible, incisivos fuertes. Para los que prefieren el jazz a la música clásica se recomienda el saxofón, sin embargo, como pesa bastante, no se debería empezar antes de la pubertad. Estos instrumentos son más recomendables para las personas tranquilas que para las dominantes, ya que liberan poca energía.

 

B) Instrumentos de viento-metal: La trompeta es un instrumento fuerte, ideal para personas dominantes y agresivas, que tengan buenos pulmones. El trombón de varas se distingue porque los tonos no vienen dados, sino que hay que buscarlos, como en el caso del violín. Entre el manejo de las válvulas o pistones y el control de los labios, tocar la trompa requiere bastante técnica. Tocar un instrumento de metal exige fuerza física y pulmonar. No se debería comenzar antes de la adolescencia.

 

C) Instrumentos de cuerda y arco: Requieren largos años de estudio, por lo que sólo se recomiendan para personas concienzudas y pacientes, con buen oído. Ser zurdo favorece su aprendizaje, ya que la mano que lo tiene más difícil es la izquierda. Con el violín se puede comenzar en edad preescolar: se necesita un cuerpo ágil y buen equilibrio (el instrumento se sostiene entre la barbilla y la clavícula). Es el instrumento que suelen preferir los hijos únicos y exige apoyo por parte de los padres. El violoncelo puede gustar más a un principiante, ya que la posición es más fácil y los tonos no suenan tan descorazonadores como en el caso del violín. Conviene que la estatura sea alta o media y los brazos, largos. No son apropiados para personas con mucha energía, sino más bien para gente tranquila.

 

D) Instrumentos autónomos: Se trata del piano, la guitarra clásica y el arpa, se llaman así porque no necesitan del apoyo de otros instrumentos. Su aprendizaje no es sencillo, ya que todos los dedos están implicados. La mejor edad para empezar se sitúa sobre los siete u ocho años. Para los principiantes mayores resulta ventajoso haber empezado con un instrumento más sencillo y saber algo de solfeo. El piano satisface pronto, porque incluso las melodías sencillas suenan bien. Sin embargo, las partituras son muy complejas, con claves distintas para cada mano. Hacen falta muchas horas de ejercicio y una buena relación con el profesor. La guitarra resulta muy atractiva para muchos niños y jóvenes, y con razón, ya que tiene un sonido muy bonito. Se la puede llamar un instrumento progresivo, puesto que sirve tanto para acompañar, como para el flamenco y la música clásica. Tocar estos instrumentos requiere inteligencia, perseverancia y cierta introversión.

 

E) Percusión: Para dedicarse a los instrumentos de percusión hace falta mucho sentido del rítmo. Los hay afinados como el xilófono o el timbal, y otros no afinados, como el tambor y la batería. Para tocarlos se necesitan reflejos, movimientos ágiles, una buena coordinación de las manos y capacidad de concentración. Un buén batería es capaz de usar manos y pies a la vez y pasar con rapidez vertiginosa de un tambor o platillo a otro. Son instrumentos ideales para chicos hiperactivos, que necesitan liberar energía. Conviene empezar con el tambor y pasar luego a los otros.